Las redes sociales más populares que tenemos actualmente no existían hace una década. Es algo sorprendente, porque parece que lleven con nosotros toda la vida, y para muchos se han convertido en una herramienta indispensable en su día a día. Expresamos nuestros sentimientos, compartimos vídeos que nos divierten, e incluso aspiramos a convertir nuestra cuenta en nuestro trabajo. Volvernos influencers, ya sea en la moda, en el maquillaje o simplemente en nuestro trabajo, sea cual sea, es una aspiración real para muchos. Y es que las empresas se están dando cuenta del alcance tan increíble que tienen estas redes, y acuden a ellas para publicitar sus productos, de manera que lleguen a una audiencia más fiel. La segmentación del público es hoy por hoy una realidad, y en lugar de gastar dinero en anuncios televisivos que casi nadie ve, las marcas ahora prefieren acudir a estas celebridades de Internet. Tienen un público fiel, aportan una presencia de calidad, y además son capaces de vender productos a una gran audiencia. La red se ha llenado de estas celebrities, y es que hoy por hoy no es complicado conseguir muchos seguidores en Internet.
Algunas de estas influencers ya vienen respaldadas por trabajos anteriores como modelos, actrices o empresarias, algo que ya les ha permitido empezar con buena pie y muchos seguidores. Otras han aparecido de la nada para convertirse en referentes absolutos que marcan tendencia, especialmente entre la juventud. Son chicas elegantes que cuentan además con mucho desparpajo y carisma, y logran enganchar a su audiencia con sus vídeos, sus experiencias… Las marcas se las rifan para colaboraciones, e incluso muchas de ellas han llegado a ganar fortunas en pocos meses gracias a sus cuentas en redes sociales. Y ahí, entre tanta nueva modelo y actriz que viene de vuelta, encontramos a las pornstars más destacadas, que también tienen su propio nicho de mercado. Las chicas que hacen porno ya han dejado de ocultarse y ahora ofrecen su imagen a diferentes marcas que ya no tienen miedo de confiar en ellas. Algunas siguen siendo actrices, otras dejaron la industria y se han centrado precisamente en potenciar su imagen como influencers. Y cada vez son más las que alcanzan un gran pico de popularidad, porque los tiempos cambian.
Celebridades en Internet
No vamos a negar que estas chicas ya eran, en algunos casos, celebridades de Internet antes de incursionar como influencers en las redes sociales. El porno es una de las industrias que más arraigada está en la nueva era online, y la fama de las pornstars más destacadas ya era mundial solo por su trabajo en estas películas. Sin embargo, gracias a redes como Twitter, Tiktok o Instagram, las actrices y modelos eróticas han logrado derribar esas barreras que las separaba del resto de la sociedad. Lo tenían todo para convertirse en influencers de moda, así que solo tenían que centrarse en las marcas más afines a su propio trabajo. Y las encontraron. Desde productos dietéticos naturales hasta ropa íntima y sexy, pasando por el maquillaje y por supuesto, los juguetes eróticos.
Las marcas estaban deseando poner su nombre al lado del de la actrices más populares, y gracias a las redes lo están consiguiendo. Actrices como Mia Khalifa, Lana Rhoades o Sasha Grey se han convertido en referentes de muchos, logrando millones de seguidores en las redes sociales. En ellas, evidentemente, no pueden mostrar su lado más explícito, ya que la mayoría de estas plataformas son muy cuidadosas con los desnudos y lo explícito. Sin embargo, las cuentas de redes sociales les sirven para “bajar a la tierra” y mostrarse tal y como son en su día a día. Un prisma mucho más natural que el que muestran en sus películas y escenas explícitas, y que hace que muchos, y también muchas, conecten con ellas. A la vez, estas influencers están logrando derribar muchos tabúes con respecto al porno, ya que se muestran como chicas normales de su edad, y no solo como objetos sexuales.
Tendencia en moda de baño y lencería
Cuando una marca busca influencers para anunciar y visibilizar sus productos o servicios, siempre debe encontrar a la persona perfecta, que encaje con lo que la marca ofrece. ¿Cómo entran aquí entonces esas chicas que se han dedicado a tener sexo ante la cámara durante gran parte de su vida? La apertura sexual de estos últimos tiempos está ayudando a normalizar mucho estas situaciones, y es que las pornstars ya son simplemente muñequitas sexuales. De hecho, la propia Sasha Grey ha destacado también como escritora, locutora de podcast e incluso en películas y series comerciales paratodos los públicos. Son estrellas que van mucho más allá de la industria y además proyectan ese halo de glamour que antes parecía imposible en una actriz pornográfica.
Uno de los sectores que más tirón están teniendo entre estas influencers es el de la ropa íntima. Era de esperar que estas chicas, tan exuberantes y sexys, fueran las modelos perfectas para prendas de este tipo. De hecho, son muchas las que tienen incluso sus propias líneas de ropa erótica, desde lencería más sexy hasta prendas comestibles. Los trajes de baño, especialmente los más originales y atrevidos, también suelen ser productos muy apetecibles para estas influencers pornográficas. Acostumbradas a trabajar desnudas, llevar este tipo de prendas no supone un problema para ellas, por muy arriesgadas que sean. La industria floreciente de los juguetes sexuales es otro de esos puntales que estas chicas aprovechan para ganar más reputación y de paso, conseguir algo de dinero a través de las colaboraciones.
Hay vida más allá del cine X
El cine porno es una industria que sigue generando muchísimo dinero. A pesar de que en muchas ocasiones ha sido marginada y apartada de todo lo comercial, la necesidad de crear películas explícitas siempre ha existido. La industria ha encontrado en Internet un gran aliado para expandirse en estas últimas décadas, y llegar donde antes parecía imposible. Es por ello que son muchas las chicas que, por necesidad o por ganas de probar algo nuevo, acceden a este mundo tan excitante para convertirse en estrellas. No es un paso fácil de dar, y tampoco significa que cualquier chica joven que entre en la industria vaya a convertirse en leyenda.
Pero por algo se empieza, y por suerte, gracias a estas actrices tan populares ya nombradas, la visión de la sociedad con respecto a las pornstars está cambiando muchísimo. Las propias actrices se están dando cuenta de que pueden aspirar a mucho más que ser simplemente objeto de deseo de los espectadores del porno. Son chicas jóvenes y preparadas, que han estudiado carreras universitarias y tienen talentosmás allá de la cámara. También hay muchas actrices maduras que, tras conseguir un buen dinero en la industria, han sabido invertirlo correctamente para rentabilizarlo. Restaurantes, gimnasios, gasolineras, tiendas de ropa e incluso bodegas de vino o escuelas de yoga son algunos de los negocios que estas actrices han podido desarrollar fuera de la industria. Seguirlas en redes sociales no dista mucho de ser fan de cualquiera de esas nuevas gurús de Internet, solo que ellas ya nos han mostrado su lado más especial.